Hemos escuchado en innumerables ocasiones argumentar la relevancia que tiene el desarrollo de las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES) e incentivar su crecimiento. Incluso la Ley Núm. 62 del año 2014, según enmendada (Ley de Apoyo a la Microempresa, al Pequeño y Mediano Comerciante), manifiesta en su exposición de motivos: «En todo modelo de desarrollo económico, el sector de los pequeños y medianos comerciantes ejerce un rol fundamental en la creación de empleos, y en la generación de riquezas en la Isla». Sólo como referencia, en el Segundo Informe Anual sobre el Estado de Situación de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas en Puerto Rico (2015) de la Compañía de Comercio y Exportación de Puerto Rico se afirma que: «Con base en los datos del número de establecimientos con nómina del Programa QCEW y el número de microempresas (empleados por su cuenta, del Grupo Trabajador), la CCE estima que en 2015, el total de PyMES alcanzó 207,867 comparado con 199,848 en el 2014. Esto representó un aumento de 8,019 PyMES y un crecimiento de 4.0% en el 2015 con relación al año anterior». Continuar Leyendo
Incuestionablemente y luego de los estragos provocados por los pasados huracanes, la economía local — que lleva años en recesión — se ha visto duramente abatida. La pérdida de empleos y el éxodo masivo de puertorriqueños, especialmente a diversos estados de Estados Unidos, han hecho patente la vulnerabilidad en la que nos encontramos. De modo, que recae en las empresas que aún se mantienen sólidas producir y fomentar el andamiaje adecuado para la generación de nuevas oportunidades que tengan efectos positivos en el factor económico de la Isla. Continuar Leyendo
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