La ropa puede ser un método para expresar la personalidad individual. Entre los diversos estilos y tendencias, adoptamos prendas que nos describen indirectamente. Ya sea por comodidad, estética, funcionalidad o calidad, es indispensable tenerlos. Sin embargo, ¿Qué ocurre cuando ya no nos sirve una prenda o simplemente ya no la usamos y aún tiene función?
Puede sorprenderte saber que alrededor del 85% de los textiles desechados en los EE. UU. se arrojan a vertederos o se queman, incluidos los textiles sin usar y la ropa sin vender, según el artículo El desperdicio de la industria de la moda está contribuyendo drásticamente al cambio climático.
Tiendas de ropa de segunda mano como Segun Damanito, le dan una oportunidad de alargar la vida de piezas que aún tienen valor.
“Realmente la idea original del negocio no nació de querer ser sustentable, solo estaba enfocada en vender ropa de buena calidad y buen estilo, que para mi siempre ha sido la ropa vintage y de segunda mano. La visión principal siempre fue traer moda cool y única a la gente. Pero con el pasar del tiempo fui aprendiendo que también es sustentable comprar así y ahora es uno de los pilares de lo que hago”, expresó Kathia Sánchez, fundadora de la tienda virtual.
La empresaria y fashionista de 23 años, previamente acostumbraba obtener ropa de segunda mano y ahora vende las piezas que rescata a través de la plataforma de Instagram desde el 2019.
Con el tiempo comenzó a educarse sobre los efectos ambientales y los beneficios que tenía adquirir ropa usada y comenzó a implementar medidas sustentables en su negocio. La misma empaca los artículos en bolsas compostables y hasta evita imprimir cartas de agradecimiento , optando por enviarlas electrónicamente a sus clientes.
Por otro lado, Sánchez también transforma piezas de ropa usada, creando artículos nuevos y los vende en su otra página de instagram @shopdamanito. “Hago esas piezas simplemente porque entiendo que se ven súper trendy (de moda) y únicos porque son de piezas vintage y me da mucha alegría darle un hogar a esas camisas que, de no ser transformadas terminarían en la basura tristemente”, añadió. De esta manera, le proporciona otra vida a textiles que tal vez no estén en las condiciones de usarse como pieza original, pero si sirven para crear otra.
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Escoger artículos de segunda mano es también una manera de deslindarse de apoyar empresas que devalúan la mano de obra en la confección de ciertos artículos y que no forman parte de comercios justos. Según la definición de la World Fair Trade Organization (WFTO), el comercio justo es: “Una relación comercial, basada en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca una mayor equidad en el comercio internacional. Contribuye al desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de los productores y trabajadores marginados”.
A pesar de que las Naciones Unidas y la Organización Internacional del Trabajo reconocen los salarios justos y las condiciones de trabajo seguras como un derecho humano fundamental, las grandes corporaciones de moda a menudo explotan a los trabajadores, especialmente a los países subdesarrollados, como mano de obra barata. Esto es principalmente al crédito de la mentalidad de “moda rápida” (Fast Fashion) que predomina la industria.
“Piensa en los demás. Cuando vayas a comprar alguna pieza de ropa nueva piensa “¿Esto yo lo confeccionaría por este precio?” Y si piensas que no, no lo compres. Porque alguien si lo hizo por menos de ese precio y no es justo”, expresó Sánchez al respecto.
Existe ropa de segunda mano que es de excelente calidad y que puede durar mucho más de lo que dura una prenda de moda rápida. Les invitamos a considerar esta alternativa de moda o a aportar nuevas prendas a aquellas tiendas que compran la ropa para darle otra oportunidad.