El Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR) rescató 86 obras de arte gráfica luego de recibir la beca del Art Conservation Proyect de Bank of America. Bajo el título “Rescate del patrimonio de nuestra gráfica nacional” todas las obras intervenidas tenían soporte de papel. En vista de profundizar sobre el proceso, 90 Grados dialogó con la conservadora de papel Viviana van Vliet y la conservadora de pintura del MAPR, Sol E. Rivera.
Es preciso destacar que, el proceso de restauración es frenar el deterioro de obras artísticas con valor histórico para intentar devolverles su estado original. Las intervenciones son prácticamente cien por ciento reversibles y todos los materiales son compatibles con los utilizados por el artista.
Durante el proceso de conservación, fue fundamental documentar por escrito y mediante fotografías cada obra gráfica identificando su origen, nombre del artista, título de la obra, fecha de realización, técnica, dimensiones, número de registro y estado de conservación.

En “Rescate del patrimonio de nuestra gráfica nacional” se trabajó en gran parte con serigrafías, xilografías, grabados y gouache sobre papel. “Varias obras tenían presencia de esporas de hongos, manchas de aureolas y ondulaciones que son las evidencias de que el papel estuvo mojado o en un ambiente altamente húmedo. También, la mugre omnipresente y el rastro de insectos que van dejando su huella en excrementos y perforaciones en los papeles son evidencia de una conservación en ambiente inadecuado. Algunas tenían el papel quebradizo, con rasgaduras y faltantes (cuando una parte del papel original se pierde)”, detalló Viviana van Vliet sobre la condición de las piezas antes de comenzar con el proceso de restauración.
De igual forma, “uno de los problemas mayores es la presencia del foxing, las formas circulares marrones en el papel cuyo desarrollo es muy común en las obras de arte gráfica en clima tropical”, abundó.


“Algunas de las obras son admitidas como donaciones en el museo y vienen con diferentes estados de conservación. Una vez ingresadas las obras están en un ambiente controlado con respecto a la temperatura, a la humedad relativa, a la iluminación, a la limpieza y al control de plagas”, explicó la conservadora de pintura del MAPR, Sol E. Rivera.
“Los métodos de restauración se van ajustando según el caso de cada obra, ya que existe una tremenda cantidad de variedades de papel, igual que ocurre con las técnicas y sus combinaciones; adicional a eso, hay que añadir el estado de conservación de la obra. Es confrontando la información de estos tres elementos que se va poder decidir sobre la intervención más adecuada para cada obra”.



“Hay piezas que están compuestas de varios papeles y no necesariamente reaccionan de la misma manera. Lo mismo ocurre con los papeles que tienen adhesivos, hay que averiguar de qué adhesivo se trata para saber exactamente que método de remoción va a funcionar. Hay adhesivos que se pueden disolver en agua. Unos necesitan calor y otros necesitan vapor de algún químico. Todo hay que verlo tranquila y detenidamente, y sobre todo ir haciendo pruebas: no hay que dar nada por sentado ya que cada obra es única”, profundizó la conservadora de papel.


Es totalmente normal que las obras envejezcan, como nosotros. “Son materiales orgánicos que se degradan por el paso del tiempo, solo que uno trata que envejezcan a un paso normal y no acelerado, por la degradación de la técnica y/o por la mala calidad del papel. Hay que hacer un compromiso con la preservación de las obras y todo empieza con la conservación preventiva,” concluyó.
