Existen paralelismos históricos entre la ciudad de Detroit, en Michigan, y el archipiélago de Puerto Rico. Entre éstos, la grave situación económica, por la que la primera se fue a bancarrota en 2013 (aunque salió de ésta años después), las altas tasas de desempleo y el establecimiento de una junta de supervisión fiscal.
Por su parte, Detroit pudo obtener un plan de recuperación, no exento de amenazas que ponían en extremo peligro a su patrimonio cultural. De este modo, se llegó incluso a proponerse la venta de importantísimas colecciones de arte. Continuar Leyendo