Me topé con su obra de manera accidental. Fue un encuentro en el que te cuestionas las razones de la supuesta casualidad. Atrapada ya en la ¿ficción? de una máscara de su creación, evoqué — primero — esa sensación constante que tengo de que colectivamente hay un pacto tácito en el que debemos hacer uso diario de varios disfraces con el simple pretexto del miedo de mostrarnos tal como somos. Continuar Leyendo