Científicos españoles crearon un mapa con las regiones del mundo donde el suelo se hunde por la extracción de agua subterránea. Se desprende que para el año 2040 unas 635 millones de personas podrían sufrir las consecuencias de este proceso silencioso. La investigación esta presentada en el artículo “Global threats of land subsidence due to groundwater depletion” en la revista Science.
La litología, topografía, el uso del terreno o el clima son los elementos que condicionan la probabilidad de subsidencia. Las razones del hundimiento es la extracción excesiva de agua, ya sea para uso agrícola, industrial o urbano.
Son procesos graduales que afectan a grandes extensiones, durante largos periodos y suelen acabar con fisuras de la tierra, daña edificios y la infraestructura civil; además, aumenta la susceptibilidad y el riesgo de inundaciones.

Según el estudio, el 10% de la superficie terrestre se hunde paulatinamente y en las zonas de la Tierra con mayor probabilidad de sufrir subsidencia viven 1.200 millones de personas y se encuentra el 21% de las ciudades más importantes del mundo.
En los Estados Unidos, el agotamiento intenso de las aguas subterráneas esta provocando el hundimiento desde el Valle Central de California hasta el Golfo de México, más de 9m en comparación con el siglo pasado. Además, ocupa el primer lugar en posibles pérdidas económicas por su elevado PIB per cápita.
En Asia, el continente más afectado, hay un 86% de la población expuesta. India y China comparten las dos primeras clasificaciones de hundimiento potencial en términos de extensión espacial y población expuesta. Egipto y los Países Bajos tienen las poblaciones más grandes que viven en áreas de hundimiento potencial.
Entre 2010 y 2040, la población prevista expuesta a un hundimiento potencial aumenta más del 80% en Filipinas, Irak, Indonesia, México, Israel, Países Bajos, Argelia y Bangladesh. El aumento será moderado, menos del 30%, para China, Estados Unidos, Italia e Irán. Se pronostica que el hundimiento potencial disminuirá en Japón y Alemania, debido a las políticas efectivas de gestión de las aguas subterráneas y la disminución de la población.
