¿Por qué alguien pagaría miles de dólares por una obra digital?
Esta suele ser la pregunta que muchos se cuestionan cuando se enteran sobre el auge del arte digital, particularmente vinculado al mercado de los NFT.
La respuesta sencilla sería: porque es arte como cualquier otro. Sin embargo, para entender en su totalidad el valor que posee en comparación con una obra física, puede ser más complicado.
El arte digital no es una novedad
“Me encontré con el arte digital en la sensación de Instagram en 2015. Fui increíblemente movida, naturalmente atraída a los artistas que estaban creando trabajo que era muy meditativo”, contó Jessica Santiago, fundadora y directora ejecutiva de la compañía curadora de Arte, Art Republic.
“En aquel entonces, teníamos que tener el trabajo en una unidad USB. Cuando teníamos una exposición, alquilabamos las luces LED y los proyectores, y tendría que observar a la compañía de producción y les diría ‘Necesito que elimine ese archivo’, y me miraban gracioso. Pero ese es un verdadero artista y en ese momento nadie entendió eso”, contó Santiago sobre las medidas preventivas que solían tomarse para evitar el plagio y reproducción de las piezas.
Es aquí que entran los NFT y sus beneficios.
NFT se refiere a una Moneda No Fungible, por sus siglas en inglés. Esto significa que la misma no es reproducible ni se puede sustituir porque está vinculado a un contrato inteligente y solo su dueño tiene potestad sobre ella.
Los NFT son criptomonedas, pero a diferencia de las cripto fungibles como Bitcoin, son completamente únicas.
La idea detrás de los NFT es que tiene una firma digital con la que siempre puedas mirar el original y decir: “Sí, este es el auténtico”. Un cripto NFT termina teniendo eso a través del blockchain.
El blockchain es un registro digital público, descentralizado, inmutable y en tiempo real de transacciones y propiedades.
Cesan los intermediarios
Según un artículo de la artista Mieke Marple, la industria del arte vio más de $50 mil millones en ventas el año pasado, pero sigue siendo un campo en gran parte poco transparente.
En el mundo tradicional suele ser necesaria la presencia de intermediarios para lograr el éxito artístico. Entre ellos coleccionistas, museos, agentes, galerías de subastas y otros que se benefician monetariamente de las piezas, tras facilitar la exposición. Por otro lado, si el artista vende su pieza a algunos de estos intermediarios y posteriormente aumenta en valor, el creador no puede capitalizar su éxito, solo la persona que la posee en ese momento dado.
“Los NFTS no solo van a quitar a los intermediarios, sino que el artista va a poder venderle al colector directamente…Además , si ese colector vende para alante esa pieza, en el código del NFT hay regalías que están programadas y no se pueden borrar de ninguna forma. Porque están encriptadas en el blockchain”, explicó el artista puertorriqueño Ibrahim García González.
Con el sistema de regalías, los artistas no solo tienen control sobre la distribución de sus obras, sino que se benefician monetariamente de ventas posteriores mientras siga aumentando en valor, si así lo establece el contrato inteligente.
Impacto en la isla
Artistas predominantes en la industria artística, como Juan Salgado y marcas como Medalla, ya han creado y vendido sus primeros NFT. En el caso del tatuador, su pieza The Lotus Diamond se subastó por 7.5 Ether que equivale, según la criptomoneda, a unos 32 mil dólares en ese momento.
Sin embargo, hay todo tipo de artistas creando contenido digital y uniéndose al movimiento.
Para el artista gráfico Ibrahim García González, todo comenzó durante la pandemia del COVID-19 en la que decidió dedicarle más tiempo a su arte y a aprender a programar videojuegos.
Tras solicitar sugerencias en torno a la programación de videojuegos, el artista Carlos Marcial Torres lo introdujo a la posibilidad de convertir sus piezas en NFT.

Luego de instruirse, comenzó a vender su arte y su pieza más exitosa, a la fecha, ha sido Barrio Glitch, que se subastó por $2,600 en el evento Metaver.so en Puerto Rico el pasado 7 de diciembre, donde participaron varios artistas e inversionistas.
SOLD! @metaverso_nft
— Ibra García (@ibra_gx) December 9, 2021
-Barrio Glitch- goes to "TimBeckett" for 0.59226Ξ /$2,600
Thanks “Tim” for supporting my art.
I hope we can meet some time! https://t.co/AxrvXWnghM…#NFTPuertoRico pic.twitter.com/dbU4XFS2JT
“El NFT es realmente es un contrato inteligente que se le puede poner cualquier cosa”, añadió Garcia. Un ejemplo es NBA Top Shot, que permite a los usuarios procurar una colección de puntos destacados de baloncesto digital, como un videoclip de una jugada. Este es el caso de la diseñadora de modas Liz Isabelle, quien decidió lanzar su última línea de ropa en NFT.
“En mi pieza vas a encontrar una colaboración de fotografía y fashion. En esta animación está la pieza de CATH Simard que es bien simbólica, porque CATH fue una fotógrafa a quien su pieza se hizo viral y ella nunca logró capitalizar sobre ese arte. Así que, ella decidió convertirlo en un NFT y lanzar los derechos al mundo para que la gente los pudiera utilizar”, explicó sobre su pieza Epitome que se subastó por $1,700 en el evento Metaver.so.
✨Pieza por @AlluringPeacock at @metaverso_nft Puerto Rico. ✨
— 90 Grados (@90gradosdigital) December 7, 2021
Pendientes a nuestra cobertura esta semana con información de varios artistas en la convención.
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.#Metaverso #NFTs #Art #Arte pic.twitter.com/VQFIYkQpFd
Mientras el interés aumenta en el mercado del cripto arte y la producción de contenido digital, surgen más preguntas. ¿Tiene más valor una pieza física o una pieza digital? ¿Cuáles son las consecuencias?¿Qué impacto tiene en las exposiciones físicas? ¿Cesará el arte tradicional?
En una segunda parte, 90 Grados abundará sobre la combinación de elementos tradicionales impulsados por la tecnología a través de nuevos proyectos artísticos.
“Yo creo que en Puerto Rico tenemos que aprender de esta tecnología, de estos mercados y sería bueno que no nos quedemos estancados y que busquemos formas de aprender qué es lo que está pasando para darnos oportunidades”, concluyó García González.