
“El Refugio” fue concebido en Salamanca, España como respuesta a las nuevas tendencias de estilo de vida y vivienda alternativa como un proyecto cada vez más demandado. El proyecto se ha adaptado al nuevo contexto de una nueva generación de habitantes en la sociedad actual, en la que las personas buscan alternativas más sencillas y realistas a vivir en microespacios hipotecados (habituales en las ciudades españolas) en una gran metrópoli, rodeada por una gentrificación concreta y controvertida.

El objetivo era crear una casa elegante, eficiente, moderna y contemporánea, adornada con materiales nobles, y al mismo tiempo garantizar que sea sostenible, consciente del presupuesto y rodeada de naturaleza y espacios verdes ilimitados.
El establecimiento ofrece refugio a una nueva generación de ciudadanos del mundo interconectados global y digitalmente que están abiertos a nuevas formas de vida. El proyecto unifamiliar minimalista se sitúa en el entorno natural de Cuatro Calzadas (Buenavista, Salamanca, España), en una zona de 84 habitantes con presupuestos ajustados. Para muchos, el programa elimina las barreras existentes para acceder a casas bonitas. Siguiendo la esencia del proyecto, se han utilizado materiales de construcción de la Sierra de Salamanca y del propio municipio, entre ellos acero, cerámica y madera de la zona. Los métodos de construcción y el mobiliario, diseñado in situ, también recogen la esencia del proyecto ayudando a apoyar la economía local en una zona con baja densidad de población.

El arquitecto y su visión
El joven arquitecto Álvaro Sánchez de Miguel, nacido en Salamanca en 1979, está acreditado a nivel nacional e internacional por los Colegios de Arquitectos de Castilla y León y, junto a su equipo, ha sido recientemente galardonado con prestigiosos premios internacionales, entre ellos el Master Prize de Arquitectura 2021 en la categoría de pequeña arquitectura. Durante la última década, Álvaro Sánchez de Miguel ha sido testigo de la evolución de la arquitectura en el respeto de las necesidades y el contexto social de los habitantes, y ha asumido el sentido de la responsabilidad de aportar soluciones a la convulsión urbana, económica y social provocada por el estallido de la burbuja inmobiliaria española a finales de los 2000, seguida de la crisis económica iniciada en 2008. Su obra aborda la conciencia social de una nueva generación en busca de formas alternativas de vida más respetuosas con el medio ambiente, más sostenibles, mejor alineadas con la naturaleza y el planeta, y más humanos, humildes y consecuentes con su búsqueda de una mayor libertad y un sinfín de posibilidades.

Diseño
El Refugio presenta una geometría rotunda que emula la escala y naturaleza de la Meseta Castellana, y se divide en dos espacios; la construcción se integra en el entorno y respeta la vegetación existente, conservando el terreno en su estado natural y utilizando áridos locales para su acabado final. Está ubicada en una parcela rodeada de encinas, y la casa sirve como homenaje visual a los hermosos árboles que inspiraron el proyecto desde el inicio. Construido muy cerca de los robles, el proyecto da crédito al hecho de que la arquitectura actual se puede construir en el medio ambiente sin destruirlo, y que debemos detenernos y repensar la forma en que diseñamos y construimos nuevos proyectos.

El espacio es maximizado y altamente versátil, dependiendo de los usos previstos, horarios y habitantes. Rinde homenaje a la cultura #Vanlife, #RVers y Tiny Houses, donde se requiere una mayor versatilidad espacial e ingenio de diseño para reflejar un estilo de vida más consciente y menos consumista/capitalista. “El Refugio” ofrece una vida nómada, con un exterior de grandeza natural.
“El Refugio” no ofrece pretensiones. Simplemente propone nuevas soluciones, desde una nueva generación de arquitectos, a una nueva generación de habitantes, en el contexto de un nuevo mundo.
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