Para Wael Farran Studio, Senses fue un desafío. Situada en el sur del Líbano, Senses es una casa de piscina que fue concebida y construida como una extensión de una residencia existente. Por lo tanto, el proyecto es un hermoso ejercicio de fusión, donde el interior, el exterior y el paisaje se unen para crear un estilo de vida holístico que habla de la excelencia en el diseño.
El objetivo era crear una zona oculta interrelacionada con la villa, pero lo suficientemente aislada para respetar la privacidad de la familia.
Durante un año y medio, el olivar de 3000 m2 se transformó en el lugar perfecto para recibir invitados, divertirse o relajarse.
La casa de la piscina incluye una gran sala familiar, un gimnasio, un dormitorio, 2 baños, un área de peluquería, duchas al aire libre, servicio de vestuarios de cocina y zonas de lavamanos.
Una casa de la piscina no se completa sin una piscina y Senses se jacta de no tener una, sino dos piscinas y un jacuzzi.
Los olivares en el Líbano se caracterizan por sus diversos niveles para el uso óptimo de la tierra.
Mientras que los olivos se transfirieron cuidadosamente a un área diferente, los niveles en la tierra se usaron para construir un jacuzzi que se desborda en una piscina infinita que se fusiona con el horizonte y termina con una cascada de 8 metros que se vierte en una piscina más pequeña en el nivel inferior.
La zona también incluye una piscina para niños.
Dos modernas esculturas Gazebo mejoran la conexión con la naturaleza y agregan un agarre sutil a los espacios abiertos.
La sensación zen del espacio durante el día se vuelve más mística por la noche con la iluminación colocada estratégicamente en toda el área.
Con luces de los lados en lugar de la parte superior, los gazebos ofrecen una nave espacial única que mejora la mística.
El área exterior está equipada con duchas de diferentes alturas que recuerdan la naturaleza nivelada del proyecto con una cascada como flujo cuando se enciende, para una experiencia placentera después de nadar, así como un área de lavamanos y baños para los huéspedes.
La elección del material se realizó con una atención meticulosa: debido a que combina bien con los mosaicos de Bisazza de las piscinas, la piedra caliza de la India fue el material dominante en las fachadas.
Para enfatizar la naturaleza al aire libre del proyecto, el techo se combinó con el jardín de la zona superior, mientras que las paredes divisorias del espacio interior se construyeron para maximizar la visibilidad de toda el área desde el interior creando una experiencia exterior.
El interior de la casa de la piscina está dividido de forma única, lo que le brinda un flujo en el espacio para mayor comodidad y privacidad.
Las puertas corredizas de madera maciza permiten un movimiento suave de un área a otra, agregando el elemento natural al espacio interior.
Las tonalidades verdes y azules traen el exterior al interior, mientras que los muebles hechos a medida combinan la comodidad con el estilo.
El dormitorio tiene su propio acceso privado al jardín, así como un cuarto de baño de mármol y mosaicos, al igual que los baños exteriores.
«La idea era combinar el interior con el exterior en forma y sensación. A través de esa mezcla única, Senses habla al corazón y al alma», explica Wael Farran, fundador y diseñador principal.
Es casi imposible no dejarse seducir por este fantasioso vuelo de la imaginación. El gusto exigente, un ojo crítico para los detalles y la manipulación del espacio por parte de los arquitectos hacen que esta casa de la piscina sea un placer para los ojos, por dentro y por fuera.
