Multifacética y en constante evolución, la Creative Collection se enriquece con un nuevo capítulo que reúne diversas corrientes de inspiración para expresar la belleza en sus más variadas formas. A través de cinco temas diferentes, la colección explora varios mundos de inspiración. Aquí presentamos el tema “Entre el signo y el ritmo”.

Más allá de los límites, investigando el vínculo entre las artes figurativas y sonoras.
«Todo arte aspira constantemente a la condición de la música». Así es como el ensayista inglés Walter Pater describió el complejo nexo entre las artes figurativas y las sonoras. Una especie de tensión en pos de un mismo ritmo que ha repercutido en diversas corrientes pictóricas, generando obras que parecen moverse en la idea de una partitura armónica y que, tal vez, persiguen disonancias deliberadas. Así surge un tema de colección que se mueve entre el arte abstracto, el arte informal y la estructura de la música. La visión se articula en temas de encanto enigmático, pensemos en los cuadros de Vasily Vasílievich Kandinsky o Piet Mondrian, cuyos protagonistas son la materia, la tonalidad y el momento creativo en su desarrollo. En definitiva, ese conjunto de estímulos perceptivos capaces de empujarnos más allá de lo que esperamos y generar una emoción.

TRAS LAS HUELLAS DEL GRAND TOUR
Entre vistas idílicas, detalles arquitectónicos y destinos artísticos con encanto atemporal.
Restos de antiguas civilizaciones, maravillas arquitectónicas y paisajes encantados de la memoria clásica son los motivos de las vistas de diseño ligero impresas en este tema de colección, inspirado en el famoso Grand Tour. Un viaje de iniciación emprendido a partir del siglo XVIII por jóvenes aristócratas para descubrir Europa y, en particular, las ciudades de arte italianas, entre ellas Nápoles y Roma, que reflejan las pasiones de una época de gran fermento cultural. Glamora contempla encantada la actividad artística en particular, con la creación de panoramas realistas típicos del vedutismo de Canaletto, a menudo replicados o llevados a casa como souvenir y celebrados en los diarios de viajeros ilustres como Goethe.
El ideal es la belleza eterna, acariciada por una luz delicada que atraviesa los siglos. Una visión que hoy cobra vida en ambientes inspirados en una claridad vaporosa, capaz de transmitir una arcana sensación de paz.

MÁS ALLÁ DE LA FORMA:
Entre signos gráficos y geometrías puras, en busca de claroscuros e intersecciones capaces de definir el espacio de una forma nueva.
Los patrones narrativos puros, rigurosos, tono sobre tono y las superficies matéricas son algunos de los elementos clave del brutalismo. Una corriente arquitectónica que surgió en los años 50 y se expandió en los 70, entre cuyos mayores intérpretes se encuentran los italianos Lina Bo Bardi y Clorindo Testa, el americano Paul Rudolph y el japonés Kenzo Tange. Los temas con los que Glamora rinde homenaje a esta particular visión del espacio evocan formas plásticas de gran vigor, con un acentuado juego de sólidos y vacíos, luces y sombras. Retoman sus tonalidades neutras y los claroscuros con una amplia escala de grises, blancos y arena; evocan su expresiva compostura, tan inmediata y evidente. Asimismo, reinterpretan los cánones típicos del brutalismo a través de originales composiciones geométricas, nervaduras y grafismos aparentemente descompuestos, libres o superpuestos, creando cada vez nuevas representaciones visuales.
Conoce más sobre esta colección en: glamora.it