La idea principal de diseño interior de una casa en Moscú para una pareja joven con dos hijos era crear un espacio que valora tanto la luz como la sombra y que aún sea funcional. El diseño de Maxim Kashin es futurista y se inspiró en las obras de Santiago Calatrava, especialmente en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. La combinación del futurismo y la arquitectura ingrávida blanca fue una inspiración y el arquitecto decidió incorporarla en este proyecto.

Las formas curvas de los sistemas de almacenamiento abiertos crean interesantes acentos visuales de luces y sombras dominantes, lo que cambia la percepción del volumen rectangular habitual del espacio.

Las formas curvas están acompañadas por asientos suaves que se colocan en diferentes niveles.

El piso y parte de la pared en el comedor de la casa adosada Vidneo están hechos con la técnica de breccia, de pedazos de mármol.

Se asemeja a los paisajes de los proyectos de Santiago Calatrava y complementa el ambiente futurista del interior. Esta solución es un ejemplo de un diseño sostenible en el que se utiliza material reciclable para crear el mosaico.

El piso fue la parte más difícil del proyecto, no solo es sostenible sino también muy duradero. Las sillas en el comedor fueron diseñadas con chapa de acero, inspiradas en el taburete de bar de Leon Ransmeir.