Si la vida te da limones: Parte II

/

Es menester elegir bien dónde servir la limonada identificando el problema como uno de diseño espacial.

Elegir la localización para un quiosco de limonada es un problema de diseño.  Dotar vías vehiculares con nodos de actividad social no es casualidad ni tarea fácil. Basta con preguntarle a cualquier dueño de uno de los centenares de negocios que prueban su suerte en las calles y carreteras del país.

El proceso de escoger el producto y dirigirlo estratégicamente a un mercado selecto es un primer paso crítico. Sin embargo, igualmente importante es determinar la ubicación de una nueva micro-empresa móvil ya que el lugar sentenciará su éxito al determinar la llegada y estadía de los consumidores que lo han de visitar. Esto último es especialmente importante cuando el producto no es novedoso o exclusivo y la competencia, por ende, es feroz –como ocurre presentemente con las carpas de limonadas. Los días de novedad caducarán y los números de negocios exitosos disminuirán como consecuencia de la competencia libre del mercado. El sitio estipulado para emplazar el puesto será un determinante crucial en el desenvolvimiento exitoso del negocio o será causa para su desaparición sucesiva.

En un curso de estudio reflexivo realizado por estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico donde los mismos observaban y especulaban sobre casos de micro-empresas móviles exitosas, se propusieron cinco características determinantes para elegir la ubicación de un negocio de esta índole.  Los cinco factores en orden alfabético y sin alguna implicación de jerarquía son: accesibilidad, actividad, amplitud, flexibilidad y visibilidad. A lo largo del curso se cuestionaron las características para luego definirlas y se especuló sobre los grados en que podían presentarse, complementarse y sustituirse aprendiendo así mediante la observación sobre el diseño desde la base donde surge.  De estos casos podemos aprender variadas lecciones de diseño y urbanismo. Más allá de seguir reglas, los dueños de estas empresas eligen espacios informales de manera crítica, sopesando retos y beneficios.  Al igual que la arquitectura informal, el urbanismo puede surgir del movimiento ciudadano, tipo 3B’s, bueno, bonito y barato –sólo que la segunda “B” (bonito) que corresponde al tema subjetivo de la estética, debe ser reemplazada por la “E” de eficiencia al utilizar el mínimo de recursos mientras que la primera (bueno) podría ser vista como sinónimo de funcionalidad. Coincidentemente, este urbanismo BEB puede ser fácilmente experimentado BEBiendo una limonada gourmet.

 

Esta es la tercera de la serie de cuatro partes, Si la vida te da limonesEl autor es Profesor de Diseño Urbano en el Programa Graduado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico y editor de la revista Arq.i.tec.

Gráficas: Valeria Rivera Martínez
Gráficas: Valeria Rivera Martínez
Gráficas: Valeria Rivera Martínez
Gráficas: Valeria Rivera Martínez
Gráficas: Jorel Sánchez
Gráficas: Jorel Sánchez
Historia Anterior

Lo demás es PARK(ing) Day

Próxima Historia

Convocatoria: Festival Internacional del Jardín 2016

Recientes de Arquitectura