Santurce es la pieza clave para crear la ciudad que deseamos. Si se enlistaran los elementos urbanos con los que cuenta presentemente como piezas a utilizar para crear la ciudad, se podrá notar que Santurce se lleva los honores al ostentar la mayoría crucial.
Caminando por Santurce se puede observar el despliegue de lugares para el ocio: restaurantes, cines, teatros, cafés, librerías y galerías de arte; centros espirituales en forma de templos, iglesias y catedrales; edificios institucionales como los de la Autoridad de Energía Eléctrica, el Centro de Bellas Artes, El Museo de Puerto Rico, el Museo de Arte Contemporáneo y la embajada Dominicana; oficinas, bancos, hoteles, talleres de manufactura, mecánica y comercios de todo tipo; instituciones educativas públicas y privadas: escuelas primarias, secundarias, universidades, centros de capacitación técnica y talleres de danza, yoga y arte; y, éstos son solo los ejemplos más aparentes de la complejidad programática que enriquece este lugar.
Es necesario añadir a la ecuación, la vida espontánea que se encuentra en la calle entre sus plazas públicas y aceras donde se puede uno topar con mesas de un restaurante o café adyacente, un cine al aire libre, libreros con tesoros literarios al alcance, invaluables pero gratis, siembras hidropónicas junto a un mensaje positivo o una obra de arte escultórica o grafiteada, microempresas móviles a la manera de foodtrucks o arrastres, y otros que han coqueteado con mayor permanencia como kioskos o vagones anclados en un sitio previamente subutilizado. Todo está al alcance del peatón, mas la transportación pública ocupa las calles de Santurce como nodo principal con las líneas de la AMA y la estación del tren en Sagrado, dada la densidad idónea que provee un número de usuarios concentrados que fluctúan entre el hogar, el trabajo, las tiendas, el supermercado y el lugar de relajación y entretenimiento.
Santurce es ciudad y los opúsculos anuncian la sexta versión de Santurce es Ley. En este momento, es imposible no pensar en los tres elementos que cita Lewis Mumford como responsables de suscitar la existencia de la ciudad en su libro The City in History. El primero es obvio, la seguridad necesaria para la sobrevivencia física, y como tal, puede ser encontrado en cualquier sitio adaptado. Sin embargo, son los otros, los que se taladran en la psiquis al observar todas las actividades que atraen a los visitantes a Santurce y no solo a los residentes. Esos dos elementos que sugiriera Mumford son los misterios de la reproducción y la muerte. Las características propias de ellos son la sexualidad y la espiritualidad. A la luz de este lente, es fácil ver que Santurce no es otro pueblo más; Santurce seduce y lo ha hecho desde su comienzo.
Santurce es Ley es solo uno de muchos eventos que ofrecen el magnetismo crítico a una ciudad. Históricamente, este lugar ha sido un centro social primordial. Lo que vemos hoy es su readaptación a las cambios de realidades y necesidades contemporáneas. Santurce es resiliente como lo es toda ciudad. Su renacer, si es eso, dado que nunca ha muerto, no es algo que ocurrirá por mera coincidencia. Este resurgimiento se está dando porque es en Santurce donde queremos que se dé y porque siempre lo ha sido. Aún con sus altibajos, Santurce es donde es.