La luz — en todas sus expresiones — es una manifestación clara y evidente de la presencia universal a cada instante de la cotidianidad. Es poesía y narración. Ella cuenta historias que pueden partir de la sutilidad de un franja lumínica al caer sobre una pared o en el estruendo callado del lienzo de tonos anaranjados, azules, violáceos, en un atardecer.
Sin duda, hay una sensibilidad en el hecho de poder percibir los matices de la luz, en saber apreciarlos y jugar con sus posibilidades. Definitivamente, Pamela López Maldonado tiene entre sus múltiples aptitudes el conocimiento y el ingenio para crear atmósferas y espacios mediante la iluminación.

Entrevistada por 90GRADOSº, la diseñadora de luces relató su estancia académica en la Universidad de Puerto Rico, en donde se especializó en el área de producción técnica y en la que fue aprendiz de mentores como Checo Cuevas, María Cristina Fusté y Toni Fernández.

«Me pareció maravilloso todo los que se puede lograr a través de la luz; es otro personaje más», dijo la creativa, quien se ha destacado en el ámbito teatral.

Así, López afirmó que evita los clichés en su proceso artístico y que el resultado tiene que ver no sólo con la dirección de la obra, sino cómo se siente y cómo ve la vida.

«Mi arte es la luz», dijo para reseñar dos experiencias recientes.

«Para mí fue maravilloso llevar literatura al mundo del teatro y fue interesante trabajar con el autor del libro. Fue un proceso de mucho descubrimiento», comentó acerca de la puesta en escena de Mundo cruel, un libro de cuentos del escritor Luis Negrón y cuya representación fue dirigida por Gil René.
Mi arte es la luz”.

Por otra parte, cuando trabajó con el artista plástico Javi “Vecino” Cintrón para Caribe Bestial, recordó cuando le propuso hacer un mural suyo en luces.

«Yo siempre he dicho que mi trabajo es como pintar un cuadro, pero viviente.

Trabajo en colaboración; el hecho de añadir ese toque final, esa chispa, para mí es sublime», sostuvo, quien aseguró que, aun cuando no lo descarta, no ha experimentado en el ámbito cinematográfico porque vive fascinada con el espectáculo en vivo y el reto de estar en todo momento atenta a lo que está ocurriendo en escena.

Ciertamente y según la experta, son pocos los diseñadores de luces y escenografía de nueva generación.

«A mí me gustaría que en Puerto Rico tuviera más auge la iluminación para arquitectura y espacios como restaurantes, discotecas y negocios, y las instalaciones lumínicas», puntualizó.

Como proceso fluido de la entrevista, López reflexionó acerca de la ausencia de su materia prima durante los meses posteriores al paso del huracán María.

Su pensamiento final estuvo dirigido a esa introspección, en la que reconoció la esencialidad de innovar y no ponerse límites creativos.

Ella sabe que puede aportar grandemente a través de la magia de la luz de la que ella es una maravillosa ilusionista.

Renia Fermaint Rosa colaboró con esta historia.