El siglo XIX marcó un hito en la fabricación de productos de consumo a través de toda Europa. La revolución industrial representó una nueva era para la historia de la humanidad que cambiaría su rumbo para siempre. Los productos fabricados durante este periodo se hacían cada vez más accesibles a la población general, pero este abaratamiento en los costos tuvo una consecuencia indeseable: la mala calidad del diseño.

El movimimiento Arts and Crafts surgió de la acción concertada de grandes diseñadores que vieron la necesidad de oponerse a la pobreza en la calidad del diseño de estos nuevos productos. Hacia finales del siglo XIX, ya se había convertido en un movimiento reconocible a nivel internacional con influencia en la arquitectura, la artesanía, los textiles y la tipografía.
La filosofía de uno de los mayores exponentes de este movimiento, William Morris, enfatizaba la necesidad de crear piezas de diseño de alta calidad libres de un exceso de ornamentación, además de fomentar una fusión entre las distintas artes. El compromiso social de estos profesionales los llevó a integrar a los obreros en todo el proceso en el diseño y producción de objetos; fundaron gremios y colaboraron con artistas de distintas profesiones.
Entre los representantes más importantes de este movimiento se encuentran William Morris, John Ruskin, Arthur Heygate Mackmurdo, Arthur J. Stones, entre otros.

En el diseño Arts and Crafts se destacan las formas sencillas, la sobriedad, la sencillez y la rusticidad de los materiales. Fomenta el uso de materiales locales, la producción a mano, métodos tradicionales de fabricación y la armonía de las proporciones. Este estilo se aplicó a diversos productos : cubertería, cerámica, cristalería, sillas, tocadores, ilustraciones, entre otros.