La trova es la música de campo adentro, del jíbaro y de la propia identidad puertorriqueña. Es el nacimiento de una cultura nacional. Pero, ¿cómo se canta la trova de hoy? En conversación con el Trovador Nacional del Concurso de Trovadores del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), Humberto Martínez , nos transporta por el tiempo para conocer la relevancia de la trova y de paso, su trayectoria como cantautor del género.
Décima e instrumentos
La estructura de la décima está compuesta de tal forma que, el primer verso tiene que rimar con el cuarto y el quinto; el segundo con el tercero, el sexto y el séptimo con el décimo y el octavo con el noveno. Además, los versos deben ser octosílabos. Los instrumentos clásicos son el cuatro puertorriqueño, la guitarra, el güiro, y hoy día se ha añadido el bongó para marcar el ritmo.
Al tener esto claro y el impulso de un tío quien le regalaba discos de música tradicional puertorriqueña, el trovador Humberto Martínez decide a los 14 años inscribirse en su primer concurso de trovadores para practicar su improvisación. “Desde ahí no he parado. Sigo escribiendo, cantando y participando de concursos de trova”, recordó el trovador natural de Aibonito.

¿A qué le canta un trovador?
“Las letras del trovador siguen siendo variadas, dirigidas a la patria, a la bandera, a las madres y al amor. Existen muchas dedicadas a la religión. Política bien poco, quizás por la saturación que existe. Eso sí, aún existen trovadores que cantan la letra social”, distinguió.
Del mismo modo, los motivos para cantar la trova han cambiado. “Los trovadores de antes estaban dedicados a cantar en actividades porque su meta era grabar un disco. Por eso existen muchas grabaciones de Ramito, Don Luis Miranda, Moralito, Luisito y Chuito el de Bayamón; todos estos trovadores tenían esa voz bonita jíbara. Ahora, los trovadores están más enfocados en los concursos y en la improvisación” destacó.
El evento más resiente de trova puertorriqueña fue el 52do Concurso Nacional de Trovadores del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP). Durante el concurso, cada trovador tuvo que improvisar dos décimas espinelas con el pie forzado y ser evaluado por un jurado.
“Las alas del pensamiento” fue el pie forzado con el cual Humberto Martínez tuvo que trabajar su décima.
“Puerto Rico es el país con más estilos para cantar la décima, haciendo referencia a los seises y los aguinaldos. Tenemos más de 100 estilos para cantar la décima y sobre más de 100 estilos para cantar la decimilla (otro tipo de décima de 6 sílabas por cada verso). Cuando se canta la trova se defiende la cultura, nuestra identidad como país y se defienden nuestras raíces de poesía. Aunque una persona no la cante debe leerla, estudiarla y apoyarla”, concluyó Martínez.