Archivero de la evocación: Alejandro Cirilo o el artista que no le teme al tiempo

/

Yo me cuento muy observadora, pero más que eso, tengo una profunda inclinación y fascinación por imaginar el espíritu de todo: lo animado y lo inanimado. Si cada persona, cada animal, cada planta, cada cosa es energía, entonces no es difícil suponer que hay una huella vital incluso en lo que nos hemos acostumbrado a percibir vacío, hueco. 

Mas si a esta carga energética se le suma la capa histórica del tiempo, ya no habitamos el espacio como ocupantes nómadas, sino que es el propio espacio el que nos habita a nosotros, atravesando los puntos cardinales de nuestra corporeidad y esencia. 

Algo así me ocurrió cuando fui invitada a pasar al taller-casa del artista Alejandro Cirilo González. Me descalcé — aun cuando no se me había solicitado ya percibía cierta reverencia al lugar que pronto me abstraería en una especie de profunda contemplación. Y es que los objetos que conforman su hogar provocan una colisión de tiempos. Él, joven; su entorno, un eclecticismo de vejez resguardado como por un celador amable, tierno, puntilloso. 

Archivo Corriente. Foto: Carlos Rodríguez. Suministrada.

«Los objetos que hay aquí no son más nuevos de los años sesenta», comentó Alejandro. «Siempre he estado pendiente a cuánto tiempo tienen los objetos. Las cosas (antes) eras más artesanales», afirmó. «Según llegaban a mis manos trataba de arreglarlas. Desde adolescente intentaba rescatar esas cosas». 

De modo que esa inquietud por asir la memoria, por no dejarla abandonada en un vertedero solitario, comenzó de forma autodidacta a aprender las mejores técnicas para restaurar los objetos. Eso sucedió — por ejemplo — cuando desarmaba relojes de cuerda y esparcía sus piezas para recomponerlos.

Cautivado por el valor espiritual de las cosas, Alejandro creó el proyecto Archivo Corriente, Inc., mediante el cual no sólo contiene una información física sino que propone que siga fluyendo, permaneciendo. 

Detalle del proceso de estrellado a mano. Foto: Carlos Rodríguez. Suministrada.

«El Archivo Corriente pretende hacer un taller con más personas para atender esa demanda de restauración. Aspira a ser un colectivo», dijo. «Quisiera que la gente que le interesa aprender se comunicara también». 

Por su parte, el performero, quien cuenta con trece años en la investigación de los objetos, siente que el tejido le “habla” y que incluso cuando reconoce que no sabe tocar ningún instrumento, juega con ellos como una conexión con la sonoridad y sus reacciones. Quien también ha realizado escenografía para teatro, hizo en el año 2014 un tipo de residencia artística en la Casa de Cultura Ruth Hernández Torres, en Río Piedras, que culminó con una presentación basada en un reporte policíaco de 1982. Tres bailarines intervinieron en dicha pieza y Alejandro era el sonidista en escena. Tal fue el éxito de la misma —titulada Advertencia en movimiento — que llegó a la Cuatrienal de Praga.

Montaje Advertencia en movimiento (Warning on the move) Teatro UPR. Foto : Pedro Iván Bonilla. Suministrada.

Ya en 2016 y gracias a la oportunidad en la residencia La Espectacular y la mentoría de Ñequi González, entrenó por primera vez su cuerpo para hacer una acción performática, creando con los movimientos comunes que lleva a cabo en el taller y reaccionando a ellos.

Partí del taller-casa no sin antes terminar de observar las maravillosas antigüedades. Estoy segura que me quedó mucho por escudriñar, por palpar. Pero lo que no me cabe duda es que Alejandro es y seguirá siendo el guardián del tiempo. 

Para comunicarse con Alejandro Cirilo González y Archivo Corriente, llame al 787-449-0847.

www.facebook.com/archivocorriente

 

Foto de portada: La espectacular presenta “en sentido de la fibra”. Foto: supakid. Suministrada.

Historia Anterior

PORCELANOSA Grupo atiende favorablemente el asunto medioambiental 

Próxima Historia

CAAPPR insta a la ciudadanía a prepararse y adaptarse de forma permanente

Recientes de Arte