El documental El accidente feliz nos presenta cinco años en la vida del artista plástico puertorriqueño Antonio Martorell desde la crisis creativa que sufre su directora, Paloma Suau.
Paloma conoce a Antonio desde niña, ya que él formaba parte del grupo de amigos cercanos de sus padres, la actriz Camille Carrión y el productor Gabriel Suau.
Con una edición dinámica y rápida, Suau entrelaza el guión no lineal con escenas del artista en su estudio con sus alumnos, en su casa, en tertulias y en la apertura de una de sus exhibiciones atándolo con entrevistas de sus personas más allegadas, incluyendo a la misma directora. En su totalidad, el documental es un cuestionamiento personal de la documentalista que va encontrando respuestas a a través de las lecciones de su sujeto quien se convierte en su maestro. De esta manera, nos adentramos en la psiquis de una de las figuras más reconocidas del arte puertorriqueño.
Suministrada
Yo vivo de crisis en crisis porque si tengo que atender una crisis, lo bueno es que me borra todas las demás. Y he vivido también la colectiva tragedia de ser puertorriqueño y de hacer de la tragedia una comedia a veces y un intento de heroísmo en otras, pero siempre un melodrama cautivante”.
Antonio Martorell
Martorell es un personaje en busca de su autor. Su manera ecléctica de vestirse, su optimismo rampante y su jocosidad a la hora de expresarse, hacen de este proyecto cinematográfico uno sustancial. De entrada se percibe que Martorell se ha destacado por su disciplina, haciendo eco de las palabras de Picasso: «Que las musas te encuentren trabajando». Sus hijos expresan lo complicado y lo inspirador de tener un padre workaholic.
El artista Antonio Martorell junto a Paloma Suau, directora del documental “El accidente feliz”. Suministrada
Otras figuras importantes en el arte del país, como Luis Rafael Sánchez, confiesan el impacto que ha tenido Martorell en sus vidas mientras él solo sonríe y baja la cabeza al escucharlo. Aprendemos que la disciplina viene con toques de humildad.
Afiche del documental “El accidente feliz”. Suministrada
A través de las declaraciones de Rosa Luisa Márquez, directora teatral y amiga, llegan las partes más trascendentales del documental, como la redada que le hace el FBI al artista en su casa y en donde Martorell confiesa que no encontraron nada porque él no escondía nada. La tragedia azota al artista cuando un fuego provocado por ladrones destruyó su hogar con gran cantidad de sus obras. Los entrevistados relatan que estaban devastados cuando fueron a ayudar a Antonio a recoger los escombros. Por el contrario, él estaba encantado con la situación porque comenzó a ver sus obras quemadas con una nueva perspectiva y todo le parecía hermoso. Esa manera de ver las cosas con pasión, optimismo y alegría fue la que hizo que Paloma saliera del bloqueo creativo. Maestro y estudiante aprenden que no existen obstáculos sino oportunidades convertidas en accidentes felices.
Antonio Martorell y Paloma Suau. Suministrada
Presentándose ahora en Fine Arts de Caribbean Cinemas.