Bajaba por calles históricas del Viejo San Juan. Sentía cierta conmoción (buena) que me acompañó días después de haber transitado entre el área de la San Sebastián hasta La Puntilla. A veces lo que parecería un encuentro cotidiano puede superar por mucho lo ordinario.
Conozco sobre sus existencias hará ya seis años. Mas no fue hasta ahora que nos dedicamos un buen tiempo, aun cuando los tres sabíamos que luego nos esperaban las acciones habituales del día a día: responder mensajes, hacer gestiones, trabajar. Estoy segura de que me fue necesaria esa conversación en la que -sobre todo- quería escucharlos.

Recién habían llegado de una gira artística por Europa que les tomó dos meses. Italia, Francia, Suiza, fueron puntos de convergencia para Maximiliano Rivas y Maite Rivera Carbonell –Compañía M Más M– con otros artistas que asistían a festivales de arte de calle (aquel que se hace público en espacios comunes, accesibles y sociales). Con el espectáculo Ni pies Ni cabeza, se presentaron en eventos como el Festival Santa Sofía y Bondone in Strada (Italia), y el Festival KleinKunst (Weesen, Suiza). Y como espectadores-gestores culturales-programadores de Circo Fest, en Puerto Rico, Maxi y Maite participaron de otros como el Festival Chalon dans la rue (Francia). Uno de los sueños-metas: ser parte de un reconocidísimo festival en Hannover, Alemania.

Conocedores del arte de calle europeo, la pareja -que vivió en España muchos años- reconoció que el reto era que Ni pies Ni cabeza -que surgió en Puerto Rico y se «probaba» por primera vez en Europa- fuera bien recibido a través -exclusivamente- del lenguaje gestual. Lo lograron. Para Maxi, el teatro en el que el uso del cuerpo es la única herramienta construye una comunicación universal que -por lo orgánica y visceral- produce una interacción mágica.

Durante su viaje, reafirmaron que la conciencia de colaboración y una filosofía basada en comprender que «todos se nutren de todos» -tal como expresó Maite- y en el «cruce de información» entre la comunidad artística y el sistema político son principios fundamentales en la gesta creativa. Para estos artistas que invierten de sus propios fondos para la realización de estas giras, poder hacer su arte es la retribución.

Es necesario entender que cada festival ofrece diversas características con relación a lo que se les brinda a los participantes. Mientras algunos dan un estipendio base y la posibilidad de «pasar el sombrero», otros solo ofrecen lo último, o en el mejor de los casos, lo cubren todo.

Con el firme propósito de continuar viajando cada año, Maite y Maxi además prosiguen su intensa labor en la gestión de Circo Fest -producción de ACirc y que el próximo año cumple su séptima edición. Esta magna celebración -que reúne a artistas nacionales e internacionales y que «nació sin presupuesto»- es clave para conocer cuán esencial es, no solo la red colaborativa, sino reconocer la importancia de generar los cambios «desde la base» (la comunidad artística y -claro- social). No es opción delegarlos de manera absoluta al gobierno. Asimismo, ambos dedican sus energías y tiempo al espacio cultural multidisciplinario El Bastión, que en septiembre celebró su segundo aniversario y que ha servido de escenario para el arte independiente. Talleres, residencias y múltiples actividades mensuales se desarrollan en este maravilloso lugar, convertido en uno autosustentable mediante huerto comunitario, paneles solares y cisternas.

«No pensarte como el centro. Todos merecemos», había dicho Maite cuando enfatizó en la contribución que se crea entre artistas. «Generar una realidad que no existe», concluyó Maxi, al pensarnos desde el panorama puertorriqueño. Recordemos -pues- que nuestra situación colonial incide en todo, como en la (im)posibilidad de que proyectos artísticos locales sean escogidos para recibir fondos intergubernamentales dirigidos a países latinoamericanos, por ejemplo.

Regreso pronto al área de la San Sebastián. Quiero verlos, decirles que aquel día algo profundo en mi yo íntimo hizo “clic”, como si hubiera esperado cierto tiempo para acomodarse del todo. El arte es humano y humanitario. Los seres que conformamos las prácticas diarias de la creación artística debemos tener muy en cuenta que en el conjunto está la máxima. El cambio empieza ahí.
Gracias, Maite. Gracias, Maximiliano. Por creer -sin dudar ni un segundo- que el arte y la cultura, y la educación mediante la expresión creativa son fuentes primarias para el desarrollo saludable de los países. Gracias por la lucha artística desde los diversos frentes de la calle.
Acceda a:
www.facebook.com/ciammasm
www.facebook.com/AsociacionACirc
www.facebook.com/circofest
www.facebook.com/elbastionvsj
Imagen de portada: Recientemente, Maite y Maximiliano realizaron una gira artística por Europa para presentar el espectáculo Ni pies Ni cabeza. Foto suministrada.