Tú puedes haberla conocido hace años, haber coincidido en clases de danza y saber apuntes de su historia personal, pero sólo de vistazo. Hasta que al transcurrir de muchos relojes, la existencia te coloca en un sofá frente a ella y quizás una hora de conversación.
Te convida alegre a un café. Piensas en decir que no (por aquello que a veces está tan enraizado en ti: la creencia del no merecimiento), pero ella insiste con algo así como «quiero regalártelo». Aceptas la ofrenda en el espacio donde frecuentemente te reúnes a hacer las entrevistas y que ya se ha convertido en una combinación de rituales diversos. No tocas la taza hasta finalizada la charla; conversar o escuchar —en este caso— fluye con la inmediatez, no de la prisa, sino de la capacidad de ella de articular una profundidad de pensamientos con extrema agilidad. Quizás es una cualidad que le viene innata o tal vez se ha pulido en su oficio también como profesora.

Hace unas semanas habían coincidido por la red social cuando ella publicó un estatus que te hizo eco. Habías respondido a sus palabras. No lo olvidaste. Luego de ciertas referencias a su peso en un vídeo, ella reflexionó acerca de las «acusaciones» que recibía por parte de mujeres. Pero tal como te expresó, decidió hacerse cargo de las mismas desde un «espacio de compasión y generosidad». Ciertamente, ella se sabe y se reconoce como mujer poderosa, y en vez de limitarse a un juicio, optó por comprender que quizás esas personas que se referían a ella desde un lugar acusatorio habían tenido que sentir esos ataques en sus vidas y ahora lo normalizaban. Le preguntas qué siente al verse frente al espejo. No hay duda. Ella está muy segura de sí misma. Piensas. La pregunta: ¿se la hiciste a ella o te la hacías a ti?

Pero no dejan de sorprender los aprendizajes que siguen desmenuzándose desde su boca. Sin interés en ser maestra en este preciso momento, alcanza a enseñar vida. Y es que luego de un diagnóstico de cáncer y una lesión en la espalda, ¡adivina! Dice que todo lo que hace se lo debe a su cuerpo y si ha sobrevivido a todo, sólo puede reconocerlo desde el amor y no desde la culpa y el castigo.

Reconocida bailarina de la danza árabe, además trabaja por temporadas en el campo del performance con temas particularmente biográficos como la pieza Cómo ser artista y no morir en el intento. La misma contó con una fase investigativa y de entrevista a seis mujeres artistas del movimiento corporal y con un trabajo sonoro de Raúl Porro, y se presentó en la residencia artística La Espectacular, en Puerto Rico, y en BAAD!, en el Bronx. Asimismo, ha ofrecido clases de teoría y práctica de la danza árabe en la Universidad de Puerto Rico y cuenta con una Maestría en Análisis Cultural, de la Universidad de Ámsterdam.

Mas prosigue su relato y te das cuenta de que su vocación y su pasión por el arte le provocan hacer más. Con una primera edición dos meses luego de pasado el huracán María, ella creó —junto a voluntarios comprometidos— el festival Raks Caribe, que une a artistas nacionales e internacionales de la danza árabe, con un componente pedagógico y otro de espectáculo. Este año, el evento —que se llevará a cabo desde el 22 al 24 de febrero en la Escuela Libre de Música— contará con la participación de ella y de Lebanese Simon y Florence Leclerc en el ofrecimiento de talleres, cuyo tema se concentrará en el estilo. Con la consigna de los sueños (Ahlam, en árabe), en el festival se presentarán cincuenta bailarines aproximadamente y once piezas en total, con danzantes como Mia Shauri y Elsa Figueroa y Nailah Dance Company.

Sigues maravillada con su narración hasta que te cuenta que le habían dicho que por las condiciones de salud no podría llegar a ser bailarina profesional. Pero como ella es pertinaz ha decidido que la predicción no se cumpliría. Hoy, Diana Soto sabe que nada puede contra ella, y todos vamos a su lado. Indudablemente, nada podrá con nosotros.

Para información acerca del festival, acceda a https://rakscaribe.com. En o antes del 15 de febrero, podrá obtener los boletos a $20 más IVU.
Vídeo de portada: Fusión – Este trabajo se originó en la residencia artística La Espectacular en la Casa Ruth Hernández, luego se siguió desarrollando en una residencia artística en BAAD!, en el Bronx. Se ha presentado en Puerto Rico, NYC, Texas y Ohio.