Día Internacional de la Danza: compromiso con el cambio social y la protección de las bellas artes

Cuando dancé por primera vez -consciente de lo que estaba haciendo- experimenté una especie de catarsis. El cuerpo se convirtió entonces en el vehículo para expresar lo interno. Ese momento fue un despertar memorable de las capacidades de expresión que desconocía que tenía.

Y es que danzar es una manifestación que se remonta a los pueblos primitivos. El ser humano siente una necesidad innata de reafirmar su corporeidad mediante el movimiento. Al observar los múltiples y variados tipos de bailes en las distintas regiones del mundo es reconocible que la danza es un fenómeno cultural que impregna la identidad de las naciones.

Tal es la importancia que se le confiere que desde 1982 se celebra el Día Internacional de la Danza (DID) cada 29 de abril, establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. En Puerto Rico, la actual directora de la Asociación Profesionales de Danza de Puerto Rico (AproDanza), Mayra Collazo, inició la semana nacional del baile en 1994 cuando era especialista en danza para el Instituto de Cultura Puertorriqueña, dirigido por aquel entonces por la Dra. Awilda Palau. Ahora, en la dirección de AproDanza y desde el 2012, Collazo ha continuado la labor de preservar esta celebración. 

Además de la función de recreación que pueda tener la actividad de bailar, la directora de AproDanza le otorga un valor investigativo y científico. Ciertamente, el baile tiene un componente pedagógico que debe respetarse.

Este año el DID, que contará con ponencias, talleres y presentaciones escénicas, se enfocará en la protección de las bellas artes. Sin duda, se debe llamar la atención del acuciante problema que representa que en la crisis fiscal siempre sea la cultura uno de los renglones que más sufre los recortes.

Bajo el lema “Paz y Arte”, Collazo aseguró que la danza crea cambios sociales  y despierta la sensibilidad humanística. “Creen que es un pasatiempo. No ven el valor científico de la danza”, sostuvo la entrevistada, quien añadió que el DID se estará dirigiendo especialmente al tema de la salud.

Tan poderoso es el baile que en esta ocasión la embajadora del DID será la bailarina Juliana Ortiz, quien comenzó su labor social con jóvenes de instituciones penales. Luego, a través de su proyecto Por amor al arte, en el que brinda clases en hogares sustitutos y comunidades especiales, por ejemplo, pasó a ser maestra de 150 confinadas. Para Ortiz ha sido de gran satisfacción esta experiencia en la que destaca los cambios que ha podido percibir en estas mujeres, como el trabajo en grupo, la disciplina y una actitud positiva. Como la única latinoamericana que trabaja bajo el método de psicoballet en instituciones penales, Ortiz recibirá un reconocimiento en Cuba.

Ortiz, quien dijo sentirse bendecida por haber sido escogida como embajadora del DID 2017, recalcó lo gratificante de la labor social y apuntó que “la danza libera de cualquier tipo de opresión”.

El DID se celebrará el sábado, 29 de abril en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, en Santurce, desde las 9 a.m.

Historia Anterior

Museo de la Música de Puerto Rico Rafael Ithier: la trayectoria artística en la Isla, desde los orígenes hasta la contemporaneidad

Próxima Historia

Tom Dixon presentó «Multiplex» en la Semana del Diseño de Milán

Recientes de Arte