Areíto Hip Hop y el arte urbano como expresión colectiva del contexto social

Nos sentamos alrededor de dos cafés y un jugo de limón. Aunque era una especie de círculo, no estábamos en el batey de los taínos. Sin embargo, había una cabal evocación a dicha ceremonia primigenia de cantos y danzas. Entonces, me hicieron entrega de una pegatina con el logo de la iniciativa; claramente, una representación de la cosmogonía de nuestros primeros habitantes. 

Indudablemente, el contexto es distinto, pero hay una cercanía entre las celebraciones iniciales de aquel pueblo que nos definió en gran parte la identidad y la propuesta de Areíto Hip Hop. A través de la manifestación diversa del arte urbano — el que se reúne en la ciudad para visibilidad de todos —, el mencionado programa educativo, que surge desde la organización ReciclArte Puerto Rico, fomenta la conmemoración a esta expresión artística que hoy se nos hace tan afín, tan inmediata.

Y esto incluso cuando la cultura se ve subyugada a los vaivenes estatales que convierten al arte, a su vez, en una experiencia únicamente defendible si muestra algún tipo de utilidad para las huestes del Estado. «En Puerto Rico, las bellas artes, en general, se están eliminando. No es sólo la voluntad de querer (por parte de los artistas) sino las vías para que sea posible (la ejecución artística)», aseguró la fundadora y coordinadora de Areíto Hip Hop, Penélope Cuyar. Por su parte, el codirector del proyecto, Edgar García, mencionó la importancia de «democratizar y hacer accesibles los saberes y sus contenido simbólicos». De esta forma, dijo que «hay un problema de acceso por la situación política y social (en Puerto Rico) cuando sabemos que en un país en crisis el arte es una reacción a ese contexto. El opus creativo va en aumento». 

Igualmente, el artista del beatbox y gestor cultural sostuvo la necesidad de que los artistas se apropien del emprendimiento creativo. «Cada vez es más importante desarrollar destrezas empresariales», afirmó para agregar que «el empresarismo es un método de resistencia». 

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Con esto muy presente, la performera, bailarina y educadora creó dicho programa cultural que comenzó en Vieques e incluye un currículo escolar, un área de extensión comunitaria y otra de intercambio cultural. Mediante diferentes gestos del arte urbano como, por ejemplo, el baile, la poesía, la escritura para rap, el beatbox, el grafiti y el diseño, se ofrece un espacio en el que niños y jóvenes reciben el apoyo y la mentoría de artistas especializados. Al programa de Areíto Hip Hop se ha unido Beatbox Puerto Rico, que es una plataforma digital en la que se expone el talento local.

Acerca del beatbox, Edgar, conocido como Black Rhythm y quien se ha desarrollado con éxito también en el campo deportivo, explicó que se utiliza el instrumento vocal para crear un paisaje sonoro. «(El beatbox) rompe y expande esquemas existentes de las capacidades del cuerpo. Es como una oda al cuerpo», puntualizó y añadió que «no hay fabricación que valga: o lo haces o no». 

Por su parte, Penélope, mentora además de Poetry Out Loud Puerto Rico, concluyó que el arte es su alimento y que aun en momentos en que se obstaculice la accesibilidad al arte «no nos vamos a rendir». Asimismo, Edgar confirmó que «no hay vuelta atrás. A través del arte, yo he podido expandir mi paleta de destrezas y posibilidades, y cambiar los esquemas que la gente tenía de mí acerca de que yo únicamente podía destacarme en el deporte». 

 

Hoy, 15 de julio, se celebrará en El Bastión, Viejo San Juan, el evento Express your skills Puerto Rico, producido por Time Machine Squad, grupo de hip hop de mayor trayectoria en la Isla. 

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