Había llovido muchísimo esa semana. Las botas se enterraban en el fango con cada paso pegajoso y desequilibrante en el humedal de Juana Matos en Cataño. A través del follaje veíamos tres mujeres vestidas de color claro moverse y las seguíamos. Así, la audiencia se adentraba en el mundo no creado, sino existente de Anoxia. De esta forma vivíamos el calor húmedo de la tarde que nos robaba el aire. Eso mismo quería que sintiéramos Joaquín Octavio, su creador. Anoxia significa falta de oxígeno.

Según caía la noche, nos parábamos en distintos lugares en donde tomaba lugar una estampa o escena de la vida del babote. Las actrices, entre mujeres y niñas, contaban vivencias cotidianas de la comunidad de Juana Matos, tal y como la relataron sus mismos habitantes en sus testimonios. Entre la vegetación se escondían las luces y bocinas que recreaban sonidos marcando cada estampa.

Así llegamos a las ruinas de algunas casas abandonadas, la primera estampa con un espacio construido. Allí se notaba la convivencia del vecindario, la lucha eterna contra los elementos y mantener la casa en un ecosistema tan extremo que ha cambiado tanto con los años, perdiéndose poco a poco, en constante amenaza. Ya de noche, no se veía nada. Podíamos continuar el recorrido solo con linternas. Era fácil perder el sentido de orientación y del tiempo. Millares de insectos nos arropaban mientras nos bajaban las gotas de sudor. Se hacía difícil respirar.

«Anoxia propone múltiples narrativas de procesos de transformación que sufrió Juana Matos y el entorno natural que lo rodea, basadas en las historias orales del líder comunitario Pedro Carrión. En ese sentido la pieza aborda dos aspectos de gran fuerza y pertinencia que nos interesa destacar: la discusión sobre la importancia de nuestros recursos naturales y la interacción entre el arte y las voces de la comunidad reflexionando sobre su propia historia», afirma Marianne Ramírez Aponte, Directora Ejecutiva y Curadora del MAC en el Barrio.

Anoxia busca establecer por medio del teatro y el baile experimental una forma de entender las múltiples capas de historia que han transcurrido en la actual reserva natural conocida como el Corredor del Yaguazo en Cataño.

Una clásica representación histriónica de la pieza no es capaz de poner al espectador en los zapatos de los personajes. Para lograrlo hay que ponerse las botas y adentrarse en el babote.

Anoxia estuvo dirigida por el artista Joaquín Octavio y cuenta con la participación de las artistas de movimiento Beatríz Irizarry, Cristina Lugo y Marili Pizarro; la ambientación musical de Raúl Porro; la fotografía de Mariana Roca; Juan Fernando Morales a cargo de luces y tramoya y la asesoría y enlace comunitario de Pedro Juan Carrión.
El MAC en el Barrio: de Santurce a Puerto Rico 2018 es posible gracias al auspicio de la Comisión Especial Conjunta Fondos Legislativos, el Instituto de Cultura Puertorriqueña, Northwestern University y la Red de Fundaciones de Puerto Rico.
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