La construcción de la Ópera de Sydney, una de las maravillas del mundo construido moderno, fue una verdadera pesadilla.
La película de título provisional Utzon, the Man Behind the Opera House (Utzon, el hombre tras la Casa de la Ópera) cuenta la historia del joven arquitecto danés Jørn Utzon, quien a sus 38 años ganó la competencia internacional para diseñar la Ópera de Sídney en 1957. El ganador sería el arquitecto de proyecto y supervisaría la obra durante la construcción. Utzon entró a Australia como una estrella de la mano del Primer Ministro de Nueva Gales del Sur, Joe Cahill, del partido Laborista. Las obras comenzaron en 1959 y al casi perder las elecciones, el partido Laborista aceleró el proyecto construyendo unos cimientos para un edificio aún por diseñarse y sin haber realizado las pruebas de rigor. Con el cambio de gobierno, llegando Robert Askin al poder, se desató una odisea que terminó con la renuncia de Utzon, quien se fue de Australia para nunca más volver luego de que el nuevo gobierno denegara desembolsar los fondos para el proyecto.
“La batalla épica entre el arquitecto y el gobierno corrupto de Askin es el material perfecto para una película”, dice a Hollywood Reporter Jan Marnell, uno de los productores del largometraje. “Esta rica y dramática historia ocurre durante la construcción de uno de los edificios más icónicos del mundo, del cual Louis Kahn dijo, ‘El sol no sabía lo hermosa que era su luz hasta que vio cómo este edificio la reflejaba'”.
“Tenemos una maravilla mundial”, continúa Marnell. “Tenemos a su creador — a quien no se le permitió ver su sueño realizado. Tenemos creatividad versus burocracia y maniobras políticas que van de amigos a enemigos. Tenemos a un arquitecto excepcional con matices de megalomanía e ingenio y sus oponentes vengativos que conspiran para sacarlo del país”.
Con Utzon fuera del proyecto y del país, se le asignó continuar la construcción de la Ópera a Peter Hall, lo que desató protestas y manifestaciones tanto de la comunidad de la arquitectura como del público en general. Luego de un sinnúmero de irregularidades en el diseño, ingeniería y administración del proyecto, la Ópera de Sídney fue finalmente inaugurada en 1973. Utzon no fue invitado a la ceremonia de inauguración. A pesar de los titánicos esfuerzos de Peter Hall contra toda desventura imaginable por terminar la obra con éxito y lograrlo, acabó arruinado, desprestigiado y alcohólico. En 1995, Hall muere y no fue hasta 2006 que fue reconocido póstumamente con el Premio a los 25 Años del Instituto Real Australiano de Arquitectos de Nueva Gales del Sur por su importante rol para completar el trabajo de Utzon. El jurado expresó, “Peter Hall y sus socios completaron el edificio bajo unas circunstancias muy difíciles y controversiales, consultando con el mismo Utzon, respetando su infraestructura y asegurando el desempeño funcional de las instalaciones”.
En 1999, Utzon restableció sus lazos con la Casa de la Ópera al contribuir su folleto de Principios de Diseño a la Fundación de la Casa de la Ópera. También diseñó el primer interior para la Ópera en colaboración con su hijo Jan Utzon y el arquitecto australiano Richard Johnson. La Sala Utzon abrió en 2004.
En 2003, el mismo año en que Utzon fue galardonado con el Premio Pritzker, la Ópera inició un plan a largo plazo para el rediseño de la sala de conciertos asignado a ARM Architecture en 2015. La Ópera de Sídney fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2007. En 2008, Jørn Utzon muere de un paro cardíaco.
El filme es obra del productor sueco-australiano Jan Marnell, los productores australianos Marian Macgowan y Peter Herbert, el productor ejecutivo danés Ole Sandberg (The Girl with the Dragon Tattoo) y el productor ejecutivo sueco Lars Weiss. El libreto fue escrito por Petter Skavlan, quien escribió el libreto para la película Kon-Tiki, nominada a un premio Oscar en 2012. Aún no hay fecha de estreno en cines.
