En su residencia en la Urbanización Santa Paula en Guaynabo nos recibió la diseñadora de interiores Magi González. Una hermosa e imponente fachada de hormigón separa la calle de un luminoso y espacioso interior a doble altura que enmarca la vista a una exuberante vegetación boscosa, proveyendo así privacidad y serenidad en la casa. La estructura, que conservó el concreto expuesto con su particular color gris, fue resaltada con losas del mismo color y algunos tabiques y techos blancos. La acertada selección de terminaciones, muebles y obras de arte son el perfecto reflejo de quienes allí moran.
Magi se dio a la tarea de diseñar junto a su esposo, el arquitecto y artista plástico Néstor Paoli, su propio hogar, un lugar en donde vivir en familia con tranquilidad, trabajar — ya que allí mismo ubican sus oficinas de diseño — y entretener amigos y visitas. En ocasiones, convierten el área de vivienda — en donde ubican la estancia, el comedor, la cocina y balcón— en una galería para exponer las obras de Néstor y recibir visitas de colegas, amigos y clientes. Es aquí en donde la flexibilidad de usos destaca la planta abierta para acomodar las actividades de una familia moderna.
Magi tuvo un cambio de carrera. Luego de estudiar Comunicaciones y fungir como ejecutiva de cuentas en una agencia de publicidad y relaciones públicas por varios años, siguió el llamado de la creatividad y estudió diseño de interiores. Y no es para menos. Observando su trabajo es evidente que quiere comunicar de forma clara qué sucede en esos espacios y quiénes los habitan. Los ambientes tienen el sello personal de sus moradores.
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